Ángela Irene
entró zambeando en pleno escenario “Zamba de carnaval”. El poder de su garganta estuvo acompañado por la talentosa guitarra de Luis Salinas, un lujo para la noche de la pampeana, que es un personaje entrañable de este Festival, con más de 32 años de presencia. Se alejó de la fiesta entre chamamés y aplausos llenos de respeto y cariño, dejando el recuerdo de su voz.
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