Nuestra primer portada

Nuestra primer portada
Revista "Madre Tierra"

miércoles, 30 de mayo de 2012

PARA QUE SE CONOZCA LA REALIDAD



Cuando se hablaba del desierto verde, los aborígenes ya estaban aquí.
Cuando era un serio problema remontar el río Pilcomayo por sus anuales correntadas de agua y limo, ellos eran los únicos que lo navegaban libremente porque lo conocían a fondo y la “chalana”, les respondía con “voz” de madera.
Wichis; Pilagás; y Tobas han estado y están en Formosa. Casi noventa comunidades, resumen toda una historia que aún no ha sido contada y que sigue esperando su tiempo.
Mientras tanto, poco a poco y de acuerdo con la situación de cada comunidad y con su relación con el “blanco”, el aborigen va transformándose è incorporando el otro mundo al suyo propio.
Primero hubo que asumir los aspectos legales planteados, y después llegó la “Ley Integral del Aborigen”, un planteo reivindicatorio y un permanente recordatorio al hombre “blanco”de que el: “aborigen”, existe y que es diferente.
Más tarde fue la educación y en muchas comunidades el mejoramiento de servicios.
El Instituto de Comunidades Aborígenes, que es dirigido por un presidente y por los directores de “etnias”, quienes son elegidos por sus pares, atiende la problemática relativa a cuestiones sanitarias, de bienestar social, productivas, artesanales y muchas más.
La voz y el trabajo del aborigen, se hicieron sentir siempre.
Desde el cultivo en la chacra, el manejo de las redes de pesca, la dura jornada del aserradero y en la tarea silenciosa de los artesanos, ellos han colaborado siempre con su sistema tradicional de economía que indica que no han dejado de ser un pueblo “cazador y recolector”.
Los aborígenes no han perdido la voz de sus mayores, pero ahora saben que el conocimiento es lo que da autoridad.
Es probable que ya no invoquen a sus antiguos “dioses”, para renovar sus fuerzas, pero no pueden dejar de pensar que en algún momento llegará “ Lasaguè”, el viento de agosto, que como siempre sacudirá las plantas y a los hombres avisándoles que se preparen para el nuevo tiempo de la “primavera”.
Cuando los códigos y el idioma son comunes la “cultura” se expande con más felicidad y rápidamente
Caracteriza a todo un pueblo, pero cuando no es así surgen los fracasos propios de la falta de entendimiento entre los hombres.
En la década del “70”, nacieron en la provincia las primeras experiencias de enseñanza de la modalidad aborigen, a raíz de las necesidades de comunicación de algunos maestros y ante las dificultades que mostraba la mayoría de los niños aborígenes escolares en las escuelas comunes.
Esas prácticas fueron institucionalizadas por el estado provincial en la década del 80, dentro de un régimen especial.
Mediante su proyecto de reforma de la “currícula escolar”,por el cuál se comenzó a formar a “auxiliares aborígenes” y se trabajó con firmeza en la capacitación de los “ docentes”.

Actualmente casi ochenta escuelas atienden las pautas culturales de las “etnias”, que corresponden en cada uno de los casos. En ellas los maestros formoseños siguen enseñando y también aprendiendo con sus alumnos.
El crecimiento llegó en 1985, con la apertura de cuatro Centros Educativos de Nivel Medio ubicados en Formosa.
EL POTRILLO – INGENIERO JUAREZ y GENERAL MOSCONI
A los que se imprimió una respuesta diferente, según las necesidades de cada comunidad y a la vez se ofrecieron propuestas a una juventud que necesitaba ser atendida con “justeza”, en un trato igualitario para poder asumir juntos el rescate y la defensa de valores que nunca se deben perder.
Posteriormente se inauguró en Ingeniero Juarez, un instituto de nivel superior”,  para preparar a profesores para la enseñanza primaria de la modalidad.
Toda una realidad muy esperada para los:
WICHI – PILAGÁ y TOBAS 

No hay comentarios: