Nuestra primer portada

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Revista "Madre Tierra"

miércoles, 30 de mayo de 2012

RED DE COMUNICACIÓN INDÍGENA



Es una organización que trabaja con diferentes actores sociales ( indígenas y no indígenas), realizando producciones comunicacionales como: Programas de radio, notas para medios de noticias y capacitaciones; abordando temas que son de interés para las Organizaciones y Comunidades Indígenas. Es la “red”, en la cuál se busca fortalecer los lazos de comunicación entre Organizaciones Indígenas é instituciones, teniendo en cuenta la realidad del mundo aborigen y el protagonismo en los medios de comunicación masivos. Es una experiencia que viene transitándose desde el año 2001. En sus inicios estuvo conformada por tres Organizaciones Indígenas de las provincias del Chaco y Formosa y la institución “INCUPO”. Con el transcurso de los años, en la región del Noreste Argentino, se sumaron 19 Organizaciones Indígenas y 2 Instituciones; en la región Noroeste Argentino, lo hicieron 39 Organizaciones y Comunidades Aborígenes y 5 Instituciones. La “red”, cuenta con 2 estudios de producción y grabación radial y 20 antenas satelitales de las cuáles 12 están instaladas en radios comunitarias. Los “actores sociales” participan en el Noticiero Nacional de FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias) , é integran la Red Trinacional de Comunicadores del Gran Chaco sudamericano ( integrada por: periodistas y comunicadores de instituciones y medios de comunicación masivos de Argentina - Paraguay y Bolivia) y la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica - ALER - con sede central en Quito - Ecuador.
Esta “red”, cumple dos objetivos importantes, a saber:
1*.- Objetivo general:
El fortalecimiento de la identidad é integración de las Comunidades Indígenas, mediante trabajo informativo y campañas públicas dentro de su grupo y hacia la sociedad blanca envolvente.
2*.- Objetivo Específico:
Generar canales de comunicación y facilitar el tránsito informativo entre Comunidades Indígenas. Generar corrientes de opinión pública favorables a los intereses de los Pueblos Indígenas del Norte Argentino. Formar recursos humanos, para el desarrollo de una mejor comunicación indígena. Participar activamente en la construcción de una sociedad democrática. Favorecer el protagonismo de los actores populares y de sus proyectos. Aportar al mejoramiento de la calidad de vida de los más pobres, en un marco de desarrollo local.
¿QUIÉNES LA INTEGRAN?
Integran la “red”, diversas Comunidades y Organizaciones Indígenas del Norte Argentino:
1*.- Provincia de Formosa Wichi - Pilagá - y Qom.
2*.- Provincia del Chaco: Wichi - Qom - y Moqoit.
3*.- Provincia de Santa Fé: Qom - y Moqoit.
4*.- Provincia de Salta: Ava-Guaraní -Wichi - Chorote - Chulupí -Tapieté -Qom - Chané y Colla.
5*.- Provincia de Jujuy: Colla y Ava-Guaraní.

Además:
INCUPO: Instituto de Cultura Popular
ENDEPA: Equipo Nacional de Pastoral Aborigen.
EDIPAJ: Equipo Diocesano de Pastoral Aborigen de Jujuy.
ONCLADE: Obra Claretiana para el Desarrollo.
FUNDAPAZ: Fundación para el Desarrollo de Justicia y Paz.
ASOCIANA: Asociación de la Iglesia Anglicana Argentina.
JUM: Junta Unida de Misiones.
RED PUNA: Red de Organizaciones de la Quebrada y Puna de Jujuy.

PARA QUE SE CONOZCA LA REALIDAD



Cuando se hablaba del desierto verde, los aborígenes ya estaban aquí.
Cuando era un serio problema remontar el río Pilcomayo por sus anuales correntadas de agua y limo, ellos eran los únicos que lo navegaban libremente porque lo conocían a fondo y la “chalana”, les respondía con “voz” de madera.
Wichis; Pilagás; y Tobas han estado y están en Formosa. Casi noventa comunidades, resumen toda una historia que aún no ha sido contada y que sigue esperando su tiempo.
Mientras tanto, poco a poco y de acuerdo con la situación de cada comunidad y con su relación con el “blanco”, el aborigen va transformándose è incorporando el otro mundo al suyo propio.
Primero hubo que asumir los aspectos legales planteados, y después llegó la “Ley Integral del Aborigen”, un planteo reivindicatorio y un permanente recordatorio al hombre “blanco”de que el: “aborigen”, existe y que es diferente.
Más tarde fue la educación y en muchas comunidades el mejoramiento de servicios.
El Instituto de Comunidades Aborígenes, que es dirigido por un presidente y por los directores de “etnias”, quienes son elegidos por sus pares, atiende la problemática relativa a cuestiones sanitarias, de bienestar social, productivas, artesanales y muchas más.
La voz y el trabajo del aborigen, se hicieron sentir siempre.
Desde el cultivo en la chacra, el manejo de las redes de pesca, la dura jornada del aserradero y en la tarea silenciosa de los artesanos, ellos han colaborado siempre con su sistema tradicional de economía que indica que no han dejado de ser un pueblo “cazador y recolector”.
Los aborígenes no han perdido la voz de sus mayores, pero ahora saben que el conocimiento es lo que da autoridad.
Es probable que ya no invoquen a sus antiguos “dioses”, para renovar sus fuerzas, pero no pueden dejar de pensar que en algún momento llegará “ Lasaguè”, el viento de agosto, que como siempre sacudirá las plantas y a los hombres avisándoles que se preparen para el nuevo tiempo de la “primavera”.
Cuando los códigos y el idioma son comunes la “cultura” se expande con más felicidad y rápidamente
Caracteriza a todo un pueblo, pero cuando no es así surgen los fracasos propios de la falta de entendimiento entre los hombres.
En la década del “70”, nacieron en la provincia las primeras experiencias de enseñanza de la modalidad aborigen, a raíz de las necesidades de comunicación de algunos maestros y ante las dificultades que mostraba la mayoría de los niños aborígenes escolares en las escuelas comunes.
Esas prácticas fueron institucionalizadas por el estado provincial en la década del 80, dentro de un régimen especial.
Mediante su proyecto de reforma de la “currícula escolar”,por el cuál se comenzó a formar a “auxiliares aborígenes” y se trabajó con firmeza en la capacitación de los “ docentes”.

Actualmente casi ochenta escuelas atienden las pautas culturales de las “etnias”, que corresponden en cada uno de los casos. En ellas los maestros formoseños siguen enseñando y también aprendiendo con sus alumnos.
El crecimiento llegó en 1985, con la apertura de cuatro Centros Educativos de Nivel Medio ubicados en Formosa.
EL POTRILLO – INGENIERO JUAREZ y GENERAL MOSCONI
A los que se imprimió una respuesta diferente, según las necesidades de cada comunidad y a la vez se ofrecieron propuestas a una juventud que necesitaba ser atendida con “justeza”, en un trato igualitario para poder asumir juntos el rescate y la defensa de valores que nunca se deben perder.
Posteriormente se inauguró en Ingeniero Juarez, un instituto de nivel superior”,  para preparar a profesores para la enseñanza primaria de la modalidad.
Toda una realidad muy esperada para los:
WICHI – PILAGÁ y TOBAS 

PLEGARIA INDÍGENA



· No te acerques a mi tumba sollozando.
· No estoy allí. No duermo ahí.
· Soy como mil vientos soplando.
· Soy como un diamante en la nieve, brillando.
· Soy la luz del sol sobre el grano dorado.
· Cuando despiertas en la tranquila mañana,
· soy la bandada de pájaros que trina.
· Soy también las estrellas que titilan,
· mientras cae la noche en tu ventana.
· Por eso, no te acerques a mi tumba.
· No estoy allí. Yo, no morí.

CULTURA WICHI


CONCEPTOS GENERALES  Y CULTURA WICHI
Debido a la acción del blanco, de sectas religiosas, de la escuela común y de otros, han ido perdiendo la cultura propia de los pueblos cazadores y recolectores, aunque la mayoría tiene arraigadas costumbres de vida, con dependencia plena de la naturaleza y aún conservan elementos de su rica cosmovisión, su lengua y curaciones naturales, entre otras cosas.

A 1943 Km. de la capital del país habitan los “Wichis”, en la zona del Gran Chaco, catalogada como el segundo ecosistema de importancia en Latinoamérica, despues de la Amazonía, y que se extiende en la parte oriental del NOA. El chaco consiste en una gran llanura con escasa pendiente, de clima cálido-húmedo en su porción oriental y cálido-seco en la occidental. Se extiende en Argentina, Bolivia y Paraguay.
El asentamiento de los Wichi en este territorio data desde hace 12.000 años de acuerdo a las evidencias arqueológicas; pero se los registra en la historia argentina recién a partir de los 80*, cuando el Estado decide ocupar la frontera norte colocando a los indígenas fuera de ésta, ó reclutándolos como mano de obra para los ingenios azucareros de la región. Mientras tanto, poblaciones criollas (mestizas) se asentaron en la zona desarrollando la ganadería que modificaría extremadamente el medio ambiente al reducir la diversidad de frutos y fauna silvestre, fundamentales fuentes alimentarias de los Wichis. Paralelamente, se establecieron misiones anglicanas entre 1920-1930; y en la década de los 70* se inició la explotación forestal.
A pesar de este proceso de desarrollo, los Wichi constituyen la población más “pobre”, del país.
VIVIENDA TÍPICA
La vivienda aborigen Wichi suele ser un refugio primitivo de 15 a 20 metros cuadrados, sin servicios sanitarios ni de agua potable, sobre piso de tierra en una “choza”, adobada con techo y paredes de ramas entretejidas y barro. Son serias las carencias de infraestructura vial, transporte, comunicación y cobertura médica.
Situación sanitaria
Los antecedentes del año 2004 con respecto a la mortalidad infantil en Salta, indican que alcanzó bases de 43,1 a 52,6% en indígenas y desde 26,8 a 30,3% en niños “no” indígenas. En base a la exploración de datos del 2008, se observó que Santa Victoria, departamento de principal asentamiento Wichi alcanzó una TIM de 31,8%, duplicando la tasa provincial de 14,4%.
Entre las enfermedades más comunes se encuentran:
·         El Mal de Chagas.
·         La Tuberculosis.
·         La Parasitosis.
Sin embargo, no se cuenta con información sanitaria desagregada por “etnia”, ni estudios específicos en profundidad. Ligado a la exploración minera en Bolivia, los indígenas argentinos de la rivera del Río Pilcomayo muestran altas concentraciones de metales pesados residuales, como “plomo” y “arsénico”.
Aproximaciones al índice de desarrollo humano
La expectativa de vida de los Wichis se sitúa en los 50 años debido a la desnutrición, pobreza extrema, insuficiente asistencia sanitaria básica (los hospitales se encuentran a grandes distancias de las comunidades) y la escasez de medicamentos. A nivel de los departamentos de predominio Wichi, el 35,1% de la población declara no saber leer, mientras que organismos no gubernamentales estiman que el “analfabetismo” alcanza 50%. La deserción escolar se produce a consecuencia de la carencia de los recursos más elementales, así como por las migraciones estacionales en que la familia entera se moviliza. En cuanto al producto interno bruto, se estima que el mismo es muy bajo, dado que es poco frecuente que los Wichis, tengan trabajo estable, y se desempeñan en trabajos ocasionales con los que obtienen ingresos de 200 a 300 pesos argentinos mensuales (alrededor de U$S, 75 a 100).
Dada esta situación, se puede estimar que el IDH en las comunidades Wichí alcanza a 0,44; la mitad que el IDH nacional; lo que las colocaría en el puesto 170 del ranking internacional, con un nivel de desarrollo comparable al de Ruanda y Gambia en el África Subsahariana, ó al de Haití en latinoamérica. Al compararlos con el departamento boliviano de Potosí, es notorio que los Wichi presentan aún menores avances en su desarrollo (IDH de Potosí) 2008=0,52
Principales problemas que enfrentan los wichi
En marzo de 2008, hubo graves inundaciones, aceleradas por la deforestación, provocando la disminución de la vida animal y la diversidad vegetal en el monte, insuficiencia de los servicios del Estado (educativos y de salud), asistencia médica deficiente ó nula y dificultades de los niños monolingües para su adaptación a la Escuela.
Desplazamientos forzados y pérdida de tierras relacionados al avance de la frontera agrícola para monocultivo de Soja, la explotación petrolera y forestal. Se calcula que desde 1988 hasta el 2009, se desforestaron 2,3 millones de hectáreas en la zona.
Organización económica y social:
·     Los Wichi se organizan en pequeñas comunidades de 50 a 500 personas, en su mayoría asentados a lo largo de los ríos Pilcomayo y Bermejo. Las comunidades son dispersas y el acceso a ellas representa grandes dificultades por las largas distancias y el mal estado de los caminos, que no tienen pavimento. Cada comunidad tiene un cacique a su cabeza, y cuentan con un número variable de familias con un promedio de 10 hijos.
·     Su peculiar economía se basa en los principios de no-acumulación y distribución comunitaria de bienes, lo que implica que priman las situaciones de igualdad entre individuos y familias. Su “cultura de lo mínimo” parte del respeto a la naturaleza y del concepto de que el medio es lo dado y no es necesario su transformación, por lo cual la producción no es importante para estas comunidades, y el consumo es generalmente “austero”. Los alimentos que se obtienen mediante la pesca, caza ó recolección son distribuidos entre las familias y esa capacidad de distribuir sustenta el prestigio social, mientras que la no distribución de bienes implica el aislamiento social absoluto. Tradicionalmente vivían de la caza, la pesca, y el cultivo de alimentos en pequeños huertos. La desertificación de las tierras a causa de la ganadería provoca períodos de hambre ó inanición a los Wichi, haciéndolos depender mucho más de empleos ocasionales para sobrevivir. Las ocupaciones más frecuentes son de, cosecheros en las fincas criollas, peones en ingenios de azúcar ó algodón, ó trabajadores “golondrina” en otras provincias. Sin embargo, la falta de trabajo es generalizada.
La mujer es la encargada de la recolección de frutos silvestres, de administrar los escasos recursos que su compañero acerca al hogar, y de confeccionar artesanías de fibra de “chaguar” que son intercambiadas por alimentos farináceos, azúcar, yerba mate ó grasa. Los hombres realizan la caza, la pesca y artesanías en maderas duras ó alfarería. Las pautas culturales tradicionales y la lengua indígena están aún vigentes. Hasta un 35% de los niños y madres jóvenes son “monolíngües”. Sin embargo, en los últimos años se ha acentuado un acelerado proceso de incorporación a la sociedad global sin previsión ni planificación.
 

 
LOS WICHI


Son aproximadamente 60.000 y habitan el norte argentino en Salta, Formosa y Chaco.

La artesanía típica de las mujeres es el tradicional tejido de fibra vegetal chaguar, que tiñen con raíces, frutos u hojas.

Los hombres tallan la dura y perfumada madera de palo santo, utilizando los troncos secos recolectados del monte.

En la actualidad, la mayoría de las comunidades subsisten de la pesca, caza y recolección de frutos, además de algunos trabajos ocasionales y planes asistenciales del gobierno.

CULTURA TOBA



En la década de los años 20, ya en pleno siglo XX, sufrieron una definitiva derrota militar en Napalpi (Chaco). A partir de este instante, los Tobas viven en dependencia: política y económica de la sociedad dominante. A pesar de su sometimiento militar, con el tiempo han logrado recobrar el sentido de ser "indio" y con ello, la fuerza necesaria
para luchar por sus derechos. Hablan su lengua, hacen artesanías de barro, de palo santo, tejidos de fibras vegetales, conservan algunos bailes y cantos y  suelen acudir al "Pío"oxonaq", para ser curados.
VIAJE A LA MEMORIA DEL IMPENETRABLE
Los antiguos shamanes pilagás y tobas son la memoria de una de las regiones más olvidadas de la Argentina. Para llegar a ellos, es necesario hacer varios viajes a la más hostil llanura formoseña: En canoa, a caballo y en 4x4. Allí las tribus preservan la sabiduría de una cultura que sobrevivió al conquistador y todavía se transmite a las nuevas generaciones. La labor de las mujeres en Qompi: Aunque apenas alcanza para " pucherear", las artesanías dan una fuente segura de ingresos para las familias pilagás. Las 300 mil hectáreas de monte formoseño que cubren el bañado La Estrella, obligan a remar dos días antes de llegar a las Comunidades aborígenes.
Shamanes El "chamán"  es una persona a quién se le atribuyen poderes para curar a los enfermos y comunicarse con el más allá. Su actividad está orientada a sanar, actuando en áreas de la realidad que en muchas ocasiones comparte con los médicosy los místicos; en términos generales, su tarea consiste en restaurar la salud, limpiar,purificar, reparar, mejorar las relaciones del individuo con su grupo y dar sentido a lo que ocurre; explicitándolo. Las ,artes son los objetos que componen lo que se puede denominar," equipo mágico", del Chaman. Cada maestro posee algunas que lo diferencian claramente de los demás. Entre los más importantes tenemos las varas de madera que forman parte indispensable del equipo y la clase de maderas que más se utilizan, son:"la chonta";"el hualtaconegro";"el chiquir huandure" y el "ajo jaspe".Estas varas son las que utiliza el "Chaman", en sus dramáticas ofrendas y ritos, para defenderse frente a los influjos y fuerzas negativas, tales cómo "los malos vientos","los malos aires", y "los hechizos".



LOS TOBA


Son aproximadamente 50.000 y viven en Chaco, Formosa, Salta y en la periferia de algunos centros urbanos. Conservan su idioma.
Tradicionalmente fueron cazadores y recolectores, y algunas comunidades mantienen aún estas actividades.

Practican además una incipiente agricultura y realizan artesanías con técnicas tradicionales.

En algunas comunidades los hombres trabajan en cerámica y madera. Las mujeres hilan en huso la lana de oveja y tejen tapices y ponchos en telar vertical, que se destacan por la armonía en el uso del color y la creatividad en la expresión de la fauna.

En la actualidad todos, en mayor o menor medida, son peones de obrajes, aserraderos y cosechadores de algodón.
 

EL PUEBLO TOBA EN ARGENTINA

Según la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI), por el tamaño de su población, el pueblo “Toba”, es el tercero entre los pueblos que habitan en Argentina, con 69.452 personas.
Este pueblo presenta una variada y rica tradición histórico-cultural, y preserva su lengua nativa. Sin embargo su situación social, económica y educativa se encuentra en desventaja en relación con otras etnias.
El pueblo “Nam-Qom”, ó Toba, pertenece lingüísticamente, a la familia Guaycurú, autóctona de la región chaqueña. Los grupos guaycurúes, fueron los primeros en poblar la región de “El Gran Chaco”, que se encuentra entre los límites de Argentina, Bolivia y Paraguay.
Las lenguas guaycurúes, comprenden: El Toba; el Mocoví; el Pilagá, y las hoy extintas: Abipón y Mbayá, entre otras (Censabella 2000).
Los Tobas, se encuentran principalmente en las provincias argentinas de:
Chaco.
Formosa.
Santa Fe.y en un número menor, en la provincia de Salta.

Recientes movimientos migratorios, han generado asentamientos Toba, en Rosario, y en varias zonas del Gran Buenos Aires. En Paraguay, vive un pequeño grupo Toba de 600 personas, y a principios del siglo XX, se localizaron algunos integrantes de este pueblo en Bolivia, aunque posiblemente ya hayan migrado a Salta

CULTURA - TEHUELCHES



Están muy acriollados, han perdido casi toda su  cultura. El idioma tehuelche septentrional, se perdió por completo y el meriodional a punto de desaparecer. Se está intentando recuperar.

CULTURA - PILAGA



Han sufrido como todas las "etnias", el proceso de aculturación por la sociedad dominante. Realizan tejidos de fibra de " chaguar",tallas de madera, palo santo y canastos de "carandillo" ( tipo de palmera).Hablan su lengua y en algunas escuelas se están instrumentando experiencias de Educación bilingüe y bicultural. En la actualidad hay un fuerte resurgir de valores culturales.
 


Niños Pilaga - Provincia de Formosa
VIAJE A LA MEMORIA DEL IMPENETRABLE
Los antiguos shamanes pilagás y tobas son la memoria de una de las regiones más olvidadas de la Argentina. Para llegar a ellos, es necesario hacer varios viajes a la más hostil llanura formoseña: En canoa, a caballo y en 4x4. Allí las tribus preservan la sabiduría de una cultura que sobrevivió al conquistador y todavía se transmite a las nuevas generaciones. La labor de las mujeres en Qompi: Aunque apenas alcanza para " pucherear", las artesanías dan una fuente segura de ingresos para las familias pilagás. Las 300 mil hectáreas de monte formoseño que cubren el bañado La Estrella, obligan a remar dos días antes de llegar a las Comunidades aborígenes.
ShamanesEl "chamán"  es una persona a quién se le atribuyen poderes para curar a los enfermos y comunicarse con el más allá. Su actividad está orientada a sanar, actuando en áreas de la realidad que en muchas ocasiones comparte con los médicos y los místicos; en términos generales, su tarea consiste en restaurar la salud, limpiar,purificar, reparar, mejorar las relaciones del individuo con su grupo y dar sentido a lo que ocurre; explicitándolo. Las ,artes son los objetos que componen lo que se puede denominar," equipo mágico", del Chaman. Cada maestro posee algunas que lo diferencian claramente de los demás. Entre los más importantes tenemos las varas de madera que forman parte indispensable del equipo y la clase de maderas que más se utilizan, son:"la chonta";"el hualtaconegro";"el chiquir huandure" y el "ajo jaspe".Estas varas son las que utiliza el "Chaman", en sus dramáticas ofrendas y ritos, para defenderse frente a los influjos y fuerzas negativas, tales cómo "los malos vientos","los malos aires", y "los hechizos".
Chonta:La Chonta, es un árbol, variedad de la palma espinosa, cuya madera, fuerte y de color oscuro y jaspeado, se emplea para hacer bastones y otros objeto de adorno.
Hualtaco negro: Su madera es muy resistente al contacto con el suelo y es  usado en la construcción de cercos que pueden resistir varias décadas. Para la construcción de viviendas su madera se usa como postes, vigas, astillas para las paredes y también se usan como leña. Su follaje es usado como  forraje del ganado. En la medicina su resina es usada para frotaciones reumáticas, como repelente y anestésico para extraer dientes

CONCEPTOS GENERALES Y CULTURA MYBA GUARANÍ



En la medida que se acercan al mundo blanco, van perdiendo su cultura. Hablan en su idioma y en la intimidad mantienen concepciones religiosas y místicas propias. La mayoría son trilingües: El Mbyá, el Guaraní y el castellano. En la zona fronteriza también agregan otro idioma: " el Portugués".
Los Guaraní son de orígen Amazónico; y se ubican en comunidades a 1665 km. de Buenos  Aires, al oeste del Gran Chaco. Descienden de Brasil, donde constituyen el pueblo indígena predominante; y en Argentina son el grupo de asentamiento más reciente ( a fines del siglo XIX).
En Salta y Jujuy habitan la Selva de Yungas ó Selva de Pedemontana. Históricamente llegaron a ocupar 350.000 Kilómetros cuadrados de bosque, pero actualmente se ven hacinados en pequeñas parcelas, rodeadas de haciendas de ganado y cultivo de soja y azúcar.
Como en el caso de los “Kolla”, las fronteras representan para los Guaraníes una continuidad de sus vínculos comunales y de parentesco con Bolivia y Paraguay, país último de donde huyeron en la Guerra del Chaco.
Las comunidades se ubican en zonas periféricas y rurales, sin integrarse a las sociedades dominantes, y formando parte de los sectores más marginados y empobrecidos de la zona.
ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL
Los Guaraní habitan comunidades rurales, urbanas y periurbanas, generalmente en terrenos fiscales. En la zona Chaco-Salteña constituyen comunidades líderes por su sólida organización socioeconómica y su fuerte identidad cultural. Asimismo, gozan de un nivel más alto de alfabetización que las otras etnias.
El 90% de los adultos trabaja como peón en ingenios, fincas y aserraderos. Unos pocos trabajan en petroleras, empresas viales, hidroeléctricas, ó en los municipios. Además del trabajo asalariado cultivan huertas familiares cuyos excedentes comercializan en centros urbanos. A la vez, mantienen sus costumbres de cazadores, pescadores y artesanos.
En su mayoría dejaron de hablar su “lengua”, si bien hay enclaves en donde aún se mantiene vigente.
Vivienda típica
Consiste en ambientes únicos ó dos ambientes donde convive la familia extendida. Las paredes son de palo, los techos de paja y caña, a dos aguas. En general carecen de puertas y ventanas; y las viviendas se disponen alrededor de un patio común en el que se desarrollan actividades cotidianas y reuniones.
No tienen servicios de cloacas, y si bien cuentan con luz eléctrica, por el costo no todos disponen de ella. Las casas tienen pisos de tierra; y cuentan con grifos comunales de agua corriente, pero no potable.
Situación sanitaria
De acuerdo a datos del 2008, los departamentos donde habitan los Guaraní muestran datos menos alarmantes que el de las étnias Kolla Wichi.
Ledesma y Orán alcanzan TMI de 14,4 y 14,8%, superando sólo en 0,4 puntos a las tasas provinciales. Sin embargo, los Guaraní representan minoría en estas áreas, por lo cual los niveles de mortalidad no indicarían en forma directa su situación sanitaria particular. Mientras, los organismos de salud estatales de la zona, señalan que la “desnutrición” afecta principalmente a los niños de 2 a 5 años, y que la mayoría de los casos ocurren en niños indígenas.
Las enfermedades más comunes son infecciones respiratorias agudas, diarreas, hepatitis, parasitosis y paludismo. En general toda la población recibe atención médica, aunque en el caso rural es menor que en el urbano y existe la práctica de combinar atención médica con medicina “tradicional”. No existen datos desagregados por étnia, ni estudios en profundidad de las condiciones alimentarias nutricionales de la etnia guaraní.
Aproximación al idh en los guaraní
El IDH para estas Comunidades se estimó en base a una esperanza de vida de 50 años, y una tasa de analfabetismo de 10,5% en mayores de 10 años para el 2009. El Producto Interno Bruto per cápita se puede definir en niveles bajos, dado que el 70,3% de los habitantes de Orán viven por debajo de la línea de pobreza (no alcanzan a cubrir sus necesidades alimentarias y otras necesidades básicas), y el 42,5%, es “indigente”, (no alcanza a cubrir ni siquiera sus necesidades alimentarias).
Dadas estas condiciones, el IDH estimado para los Guaraní es de 0,58, colocándolos en el puesto 139 del ranking mundial, a niveles comparables a los países como República del Congo en África y Camboya en Asia; y también a los niveles de Desarrollo Humano del vecino departamento Boliviano de Potosí (IDH=0,52).
Principales problemas que enfrentan los guaraní
La situación sanitaria es precaria y constituye el grupo más pobre en su zona. Habitan tierras fiscales, y en algunos casos, deben abonar alquileres en terrenos privados para auto-subsistir, por lo que la tenencia de tierras se considera muy precaria.
La actividad petrolera amenaza con la biodiversidad de la Selva de Yungas y Pedemonte Andino, donde habitan los "Ava- Guaraní"

CULTURA - MAPUCHE



COMUNIDAD MANUEL BAIGORRIA
Los "ranqueles" son una etnia originaria de la Republica Argentina que forma parte de la cultura mapuche, aunque sus componentes iniciales eran en gran parte de origen het y tehuelche del grupo "gennaken" y huarpidos del grupo mapuchizado de los pehuenches. La denominación es la "castellanización" de su auto denominación: rankûlche ò ragkûlche: rankûl - caña ò carrizo -, che - hombre, gente - en mapudungun; es decir "gente de las cañas ò de los carrizales". Eran cazadores, nómadas y durante buena parte del siglo XIX se mantuvieron en alianza con las tribus tehuelches, con quienes incursionaron en el oeste de la provincia de Buenos Aires y el sur de la provincia de Córdoba, así como las de Mendoza, San Luis y Santa Fe. Hoy me dedicaré a hablar de las memorias de Manuel Baigorria. La singularidad de las memorias  de Baigorria consiste en que éste fue un cacique singular - por su origen, su trayectoria, su cultura - entre las figuras importantes de "tierra adentro", como los propios indios denominaban a los territorios que dominaban, separados de la propiedad efectiva de las provincias que conformaban el Estado Nacional, por la zona imprecisa y movible de la denominada "frontera". Manuel Baigorria nació en San Luis en 1809 - 1875. Militar argentino, que participó en las guerras civiles de su país y estuvo largos años refugiado en las tolderías de los indígenas. Llegó a ser considerado un cacique entre los "ranqueles". Seguidamente voy a relatar una nota que me ha llegado de la señora Alicia Susana Baigorria, quien me ha manifestado que tenía familiares en Córdoba y San Luis, y es por ello que seguidamente relataré su encuentro con estos familiares:......
.....El día transcurría apacible y familiar. Las primeras horas de la noche, después del servicio religioso, nos encontró ocupados con la cena y la última lectura del diario del domingo. Al terminar de cenar, alguien encendió la televisión. Yo desde la cocina, advierto, que si bien era domingo, este domingo es especial. Es fin de mes. Eran las 22.00 horas: Estaba a tiempo para realizar mis dos llamadas a las tías lejanas. La primera llamada fue a La Carlota, en la provincia de Córdoba. En el verano anterior, la tía Luisa Ligorre, que había ido a la presentación de un libro de Daila Prado, "La Cicatriz", había logrado que la escritora me lo dedicara; en este libro se narra la historia de Manuel Baigorria en sus andanzas en los toldos de los ranqueles. La segunda llamada fue a Justo Daract, en la provincia de San Luis. La conversación con la tía a la que llamamos "Porota", pero cuyo nombre es Marcelina produjo en mí un efecto tal, que cambió de un modo sorpresivo, el rumbo de mi vida. Soy una señora de mediana edad,casada, con dos hijos mayores, y seis nietos. Quiero que mi tiempo transcurra, leyendo, escuchando música, escribiendo mis poemas, y dando lugar de vez en cuando a mis cuadros, cuando las imágenes interiores me sofocan. Mis últimos viajes a La Carlota, eran un intento de rescatar del pasado datos familiares. Quería saber a que se debían ciertos ademanes, ciertos gestos, aquellos gustos por las manualidades, estos anhelos insatisfechos de no conocer a las abuelas, tanto la materna, como la paterna.
....Quería saber porqué tejo, porque me gusta el bordado, amasar la harina sobando el bollo tierno con las manos, cuando mi mamá aborrecía alguna de estas tareas. Ahora, tía Porota, develaba de pronto las incertidumbres. Su información estaba llena de realidades comprobables. No había lugar a dudas. Laila Prado en su libro "La Cicatriz", narra esa información de esta manera: "Nació otro hijo del cacique Pichùn y de la cristiana Rita Castro, cautivada en San José del Morro < San Luis>. Manuel Baigorria lo apadrinó. y su influencia fue tan fuerte que al niño lo llamarían Manuel Baigorria y, para diferenciarlo de su tocayo, le dirían Baigorria Chico ò Baigorrita. En realidad, el nombre "indio" del niño era Maricò, que significa Diez Aguadas". Ese niño, fue mi bisabuelo. Uno de sus veintidós hijos, Cristóbal Baigorria, fue mi abuelo materno que falleció cuando yo tenía quince años. Ser al que conocí muy bien, a pesar de la distancia de vivir en Buenos Aires. Tomás Baigorria, uno de sus hijos mayores, fue mi padre. Mi nombre es: Alicia Susana Baigorria, y, junto a mi hermana Silvia Josefina Baigorria, hemos descubierto que pertenecemos a la Nación Ranquel. Rápidamente, iniciamos juntas un viaje hacia el sur de la provincia de San Luis, para presenciar la ceremonia del WE TRIPANTU, celebración del nuevo año que se realiza en el solsticio de invierno boreal ( el día más corto del año en el hemisferio sur) entre el 21 y el 24 de junio. La celebración comienza el día 23 después de la puesta del Sol, cuando se enciende un fuego llamado " EL ABUELO",que debe permanecer encendido hasta el amanecer del día 24. Todos dirigimos nuestras miradas hacia la puesta del sol.
.....Siguieron unas emotivas y bien reflexionadas palabras del lonko del lugar: José Barreiro. Se continuó con una marcha alrededor del fuego, repetidas cuatro veces, en contra de las manecillas del reloj. Se hicieron "sopapillas", conocidas como "tortas fritas", acompañadas con mate, en el mismo lugar de la ceremonia. Luego se hizo, dentro de la ronda general, un asado bien criollo, regado por vino tinto y las tan actuales gaseosas. En esta ceremonia, hemos sido admitidas como "ranqueles", mi hermana Silvia y "Yo". Se nos habló de no actuar cerebralmente, sino siguiendo los impulsos más profundos de nuestro ser, de aportar a la comunidad nuestros "dones"; para compartir también con las generaciones más jóvenes. En voz alta expresamos nuestros deseos de ser admitidas como "ranqueles", y los presentes, familiares directos nuestros, todos pertenecientes al aduar MANUEL BAIGORRIA, estuvieron de acuerdo. Había presentes abuelos, padres, hijos, nietos, la de menor edad, de seis meses. Son en total diez familias. Nos entregaron un poncho y una vincha, y luego recibimos el abrazo de cada uno de los presentes que rodeaban el fuego. Se finalizó esta ceremonia con palabras sentidas del "lonko" quien animó a los presentes a hacer comentarios en voz alta. Mi hermana Silvia recordó a mi abuelo: CRISTOBAL BAIGORRIA y a mi padre Tomás, ambos fallecidos hace tiempo, trayéndolos a la memoria de los presentes, haciendo validar nuestra presencia en ese lugar, ya que nuestro nacimiento fue en Buenos Aires. SILVIA, reside en Monte Cristo, provincia de Córdoba. .Yo en Escobar, provincia de Buenos Aires. Otros presentes expresaron su voluntad de viva voz de ser iniciados ò bautizados como pertenecientes a la comunidad sin ser "ranqueles" de sangre. A la mañana siguiente se finalizó la ceremonia con el pueblo reunido junto al "fuego", siendo todavía de noche. A las primeras luces del nuevo día, se marchó cuatro veces ahora en el sentido de las agujas del reloj, y se dio el grito de alegría de los ranqueles que se expresa con los brazos levantados....UE UE UE UE, repetidas tres veces.
.....Expresé mi sentir, de la siguiente manera:

UN NUEVO RANQUEL:

Acá estoy. Viene la raza Llamando desde lo antiguo.
Golpea en la sangre. Brota en cada gesto Cotidiano.

Mias mas profundas Emergen Borbotean desde el Génesis.

Sustentables aguas. Orgánicos humedales. Vida. Viene la raza

Llamando: Acá estoy!!!

Escrito en colaboración con Silvia J. Baigorria.
 
PALABRAS DE AGRADECIMIENTO - JOSÉ BARREIRO – LONKO ANFITRIÓN
“No hay palabras para agradecer lo que Alberto ha hecho por nosotros y cada uno de los integrantes de su gabinete. Acá está todo, para aquellos que apostaron a que nunca se iba a llegar a concretarse. Acá estamos los ranqueles, para aquellos que se burlaron de nosotros, acá estamos los ranqueles”.
“ Quiero decir que hay mucha alegría adentro mío. Quiero que cada uno de los Baigorria y los Guaky Gner nos unamos y trabajemos todos juntos para sacar adelante esto y demostrar a aquellos que apostaron en contra nuestra”.

“Tambièn pedimos que los gobernadores de otras provincias tomen este ejemplo porque en cada comunidad hay un aborigen que está esperando algo, que tomen el ejemplo de San Luis y que no se dediquen a destruir”.
“Este es un largo camino de regreso a casa (llora) pedimos que desde aquí en más nos dejen descansar. A mi pueblo, a mis hermanos les digo que sigan adelante. A los que vinieron a visitarnos les pido que no vengan sólo hoy, sino que no se olviden de nosotros, que luchemos todos juntos porque en San Luis se puede”, destacó con los ojos llenos de lágrimas.
WALTER MOLETA – LONKO ANFITRIÓN
“Cuando se tiene que agradecer son muy pocas las palabras, pero gobernador permítanme que les diga unas 8 ò 10 palabras mas si no he sacado mal la cuenta. A mi me va a ser poca la vida para terminar de agradecerle lo que ha hecho por nosotros”

CULTURA - MAPUCHE



Dentro de nuestro continente, aún subsisten pueblos verdaderamente americanos. Son los últimos representantes de aquellos hombres que, a través de milenios, poblaron este continente, conquistaron selvas, desiertos, largas playas y alturas inconmensurables de las montañas.
Mapuche significa: “ Gente de la Tierra”, actualmente es el “pueblo indígena” más numeroso de Chile ( su territorio histórico es el sur de Chile), y se extendió desde la región del Maule hasta la Isla Grande de Chiloè.
Actualmente una gran cantidad de Mapuches viven permanentemente en Santiago, lo cual es resultado de un fenómeno migratorio que se viene acrecentando aproximadamente desde los años 30.
Alrededor de 500 años d.C; se establecieron en la zona de los lagos precordilleranos. Constituyeron grupos reducidos que basaban su supervivencia en la caza, la recolección y el cultivo de papas en pequeños huertos ubicados en terrenos húmedos.
Los conquistadores llamaron Arauco ò Araucania estas tierras y Araucanos a sus habitantes. Aún hoy y sus descendientes se reconocen: Mapuche.
Los Mapuches comenzaron a ingresar en el actual territorio argentino a partir del siglo XVII.
Progresivamente fueron ocupando la zona comprendida por las provincias de: San Luis; sur de Córdoba, La Pampa, Neuquén y Buenos Aires, hasta que la avanzada militar de finales del siglo XIX, los llevó a instalarse al sur del Río Limay.
El ingreso masivo del pueblo Mapuche en territorio argentino, significó un cambio considerable, tanto para las culturas autóctonas como para ellos mismos, y este largo proceso de mestizaje è intercambio cultural, dio por resultado la actual población paisana de las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut.
 
Entendemos por “ cultura” no la mera erudición ò información, como a veces se la concibe, sino el modo fundamental de relacionarse (pensar, vivenciar, actuar), con la realidad total, que tiene un determinado grupo de personas ò una determinada época histórica. En el siglo XVI, los mapuches vivían en lo que los conquistadores llamaron Arauco ó Araucanía, las tierras comprendidas entre el valle de Illapel  al norte y la isla de Chiloé al sur, en la actual Chile.
Los españoles lucharon duramente para conquistar a los “araucanos”, pero no pudieron dominar a ese pueblo guerrero y tenaz. Anteriormente hacia fines del siglo XV, los Incashabían penetrado en las tierras mapuches, y parecía ser que, en la zona norte ejercieron su dominio, aunque no hubo una absorción de su cultura.
Lo cierto es que ya en el siglo XVI, en medio de idas y vueltas, de ataques y contraataques, se fue desarrollando entre los dos bandos, blancos è indios, un comercio fluido. Los mapuches, adoptaron rápidamente el caballo, un compañero que pronto, se hizo imprescindible y comenzaron a criar: vacas y ovejas, que obtenían en los malones. Además, empezaron a intercambiar bienes con otras tribus del otro lado de la cordillera. Cada vez más a menudo, algunos grupos entraban en la Pampa y la Patagonia, en busca de ganado y mercancías. Desde el siglo XVIII, muchas tribus se establecieron definitivamente en lo que hoy es la Argentina. El proceso de mezcla de aspectos culturales de pueblos de la Araucanìa con los pueblos de la Pampa y el norte de la Patagonia, es conocido como: “Araucanización”.
La Mujer Mapuche - La mística vinculación lunar
El profundo significado mágico existencial procedente de las capas más antiguas de la conciencia indígena, y el uso de la memoria colectiva nos acompaña y ayuda, a recrear nuestra cultura y asumir el concepto mítico ancestral, espiritual y trascendente, para homenajear a la mujer mapuche, a las mujeres indígenas.
Concebimos a la Luna, como un principio pasivo, armonioso, de una mujer que media, concibe, alumbra el camino de sus hijos < los mapuche >, protege y desarrolla lo germinado es el “alma femenina de la naturaleza”.
NIGUILLATÚN
El Nguillatún del pueblo Mapuche, o “el ruego de un pueblo por un futuro más próspero”, es un claro ejemplo de la inseparable unión entre espíritu religioso, naturaleza y arte que existe en la cultura de los pueblos originarios argentinos.


Ritos como este, no conllevan una finalidad estética sino que, tanto su motivación como su sentido, se encuentran íntimamente relacionados con las creencias religiosas y su entorno natural.

Básicamente, la expresión artística en rituales como el 'Nguillatún', encuentra su significado en el camino hacia sus dioses, creadores de naturaleza, y a la vez parte integrante de la misma.

Cada año, en los primeros días de febrero, hombres y mujeres mapuches dejan sus viviendas para emigrar hacia el sitio donde tendrá lugar el Nguillatún, principal acontecimiento anual del mundo mapuche, que augura buen tiempo y prosperidad. En ese sitio, algún lugar de la meseta patagónica, permanecerán durante cuatro días para pedirle al Dios Futachao progreso y bienestar.

A medida que van llegando se presentan ante su cacique.
Según la tradición mapuche, la demostración de abundancia se hace imprescindible en estas grandes celebraciones. Una vez demarcado el círculo ceremonial, y a unos cinco metros del "rehue" o espacio cerrado central, se disponen las ramadas. Ellas serán el único cobijo que tendrán durante esos días de festejo.

La abertura de cada ramada está marcada por dos postes laterales y uno horizontal a manera de travesaño, atados con alambre, que servirá para colgar la carne y sostener los techos. Antiguamente eran realizados en cuero de caballo o guanaco; hoy se confeccionan con lonas o telas plásticas. Toda la familia intervendrá en el acondicionamiento de estas especies de tolderías.

Frente a las ramadas se prepara el fuego en el que se cocinan corderos y chivos. Según las tradiciones, en cada Nguillatún se debe sacrificar la mejor yegua de toda la comunidad para que su sangre se junte con "mapu", la tierra, como rito de fertilidad. Al preparar la ceremonia, los más jóvenes son los encargados de capturar a los animales que serán sacrificados. Tanto la yegua como los corderos son desangrados y su sangre se utiliza en los ruegos a Futachao.

Durante el ritual, el centro del universo mapuche está representado por el "rehue", o lugar hacia donde están dirigidas todas las invocaciones y ruegos. Aquí se colocan banderas y ramas como símbolo de fertilidad y prosperidad, que serán llevadas por los niños sagrados, conocidos como "Piwichén". Para ello, los chicos montarán caballos también considerados sagrados.

Esta larga festividad religiosa comienza con el canto de las ancianas, al que llaman "taïel". Mientras tanto, los hombres pintan en el anca de sus caballos la tradicional huella del avestruz del sur.

La caravana de jinetes avanza desde una distancia de 400 metros, y son precedidos siempre por los niños. La columna sigue lentamente hacia el círculo ceremonial, al compás de los sonidos del Kultrún, un típico instrumento musical que ellos mismos confeccionan. De pronto, los jinetes se lanzan a rienda suelta galopando en círculo alrededor del "rehue". Dan cuatro vueltas lanzando gritos para alejar a los espíritus malignos. Luego se acercan hasta donde está el cacique, quien realiza los ruegos mirando al naciente.

A la mañana siguiente, otro llamado del Kultrún anuncia una nueva jornada. Los niños sagrados se alistan en sus caballos para intervenir en los rituales, precediendo a la columna de jinetes, mientras los bailarines comienzan a ejecutar sus danzas alertados por el llamado del tambor.

Una vez más se repite el galope alrededor del "rehue". Sólo que en esta ocasión los jinetes se acercarán hacia los bailarines y simularán una persecución, todo al ritmo del Kultrún. Esta danza es llamada "choiquepurrún" o danza del avestruz, ya que los bailarines corren agitando su poncho a la manera de las alas de este animal. Una vez rodeada la ramada, los cinco jóvenes, que llevan puesto un tocado de plumas de esa ave y el cuerpo totalmente pintado, inician el baile contorneando el cuerpo y golpeando el suelo con los pies.
Una trompeta natural de caña ahuecada (Trutruca) acompaña al Kultrún con sus primitivos sonidos.

Al caer la tarde, el Kultrún deja de sonar al mismo tiempo que las ancianas detienen sus cantos. En medio de un tenebroso silencio, el cacique, ayudado por algunos jóvenes, acerca al círculo a la yegua destinada al sacrificio. El animal es colocado con su cabeza hacia el oeste en un hoyo donde su sangre se unirá a la tierra, porque, según la cultura mapuche, así lo quiere Futachao. Más tarde se llevará a cabo la carneada. Las mejores partes serán para los caciques como símbolo de respeto y jerarquía. En tanto, las niñas sagradas o "calfumallén" deben permanecer cada noche frente al rehue hasta avanzadas horas de la noche, vestidas con oscuras ropas que representan la lluvia requerida al padre grande.

Durante el amanecer del último día del ritual, se enarbola una bandera negra como signo de ruego por las abundantes lluvias. Al final se lleva a cabo la ceremonia del sangrado de los corderos, en la que intervienen todos los integrantes de la comunidad. En medio de los gritos, las ancianas continúan elevando sus súplicas, mientras la sangre se mezcla con jugo de piñones de araucaria, que luego se arroja sobre los corderos sagrados y al viento. La actitud de los corderos al momento de su suelta determinará el porvenir de la comunidad para el año que se inicia.

El ritual del último almuerzo será compartido por todos en un mismo espacio, a diferencia de los otros días en que cada familia comía frente a su ramada. Todos deben compartir la carne hervida de los corderos, y es fundamental que no se rompan sus huesos para poder enterrarlos intactos como exige el padre mayor, Futachao.

Sobre la cumbre de un cerro cercano, los últimos ruegos acompañan las instancias culminantes del Nguillatún.

Fuente: www.portalpatagonico.com

CULTURA - LOS ONAS



Los onas ocupaban toda la Isla Grande de Tierra del Fuego, excepto las costas del sur. La cultura histórica de este pueblo se basa en la caza del guanaco; realizada con arco y flecha.

También pescaban con un arpón de madera con punta de piedra y en las regiones costeras, con redes de tendones de guanaco. Recogían hongos y frutos silvestres. Las mujeres fabricaban un tipo de toras con semillas molidas y especie de crucífera llamada tay, mezcladas con lobo marino. Los zorros se cazaban para aprovechar sus pieles.

El fuego se encendía con pedernales; se usaban paletas de guanaco y lobo marino. Se conservaba en pequeña cantidad carne seca, hongos y semillas, como provisiones. La vivienda era la propia de pueblos nómades: la mampara de cuero, consistente en un paravientos sostenido por unos palos, y la cónica de troncos, usada también como habitación de invierno.

La vestimenta consistía en un manto de pieles de guanaco cosidas, con el pelo para hacia afuera, lo cual explicaban diciendo que los animales llevaban su piel así; era vestimenta de hombres y mujeres; mujeres y niños llevaban una cubierta pública. Los hombres llevaban un pequeño adorno triangular de cuero en la frente, y las mujeres largos collares de caracoles o huesos de aves. Amos sexos se pintaban con los colores rojo, negro, blanco y amarillo, en dibujos sencillos.

El arma fundamental era el arco y la flecha, siendo el arco de un metro y medio. La cuerda era de tendones de guanaco; la flecha tenía punta de piedra triangular, generalmente con un pedúnculo y bien tallada.

Construían cestos en espiral tipo yámara, el trabajo de la piedra era fino en la talla de las puntas de flecha. Formones de piedra, raspadores, leznas, agujas sin ojo y alisadores de piedra completaban su instrumental.

En su organización social encontramos pequeñas bandas u hordas, formadas por pocas familias emparentadas. No existían jefes permanentes, pero los ancianos y los hechiceros, llamados jon, tenían bastante influencia. Existía exogamia respecto de la horda, de modo que los jóvenes buscaban esposa en las hordas vecinas, pintándose al efecto con motivos especiales para ser reconocidos como buscadores de esposas y no ser tratados como enemigos. Dominaba la monogamia, pero la poligamia era común, lo mismo que el levirato y el sororato.

En la religión de los onas se dice que existía un ser supremos al que llamaban Temaukel; Kenos, su mensajero, creó todas las cosas del mundo y fue el héroe civilizador de este pueblo; luego hay otros muchos dioses y espíritus, unos relacionados con el kloketen y otros con los onas muertos.

LOS CHANÉ /CHIRIGUANO


CULTURA  - LOS CHANÉ /CHIRIGUANO (AVA GUARANI)Argentina, Paraguay, Bolivia, Brasil
Origen y Distribución geográfica
La cultura Chané pertenece a la familia linguistica arawak, que se desplazaron por toda Sudamérica y a las islas el mar Caribe.

Los pueblos de lengua Arawak, familia lingüística que se extiende por toda la Amazonía, Orinoco, Antillas, norte de Colombia, etc., se asentaron hace alrededor de 2.500 años en territorios de las actuales Bolivia y Argentina, donde ocuparon el sector occidental del Gran Chaco y parte de las provincias de Salta y Jujuy.

Entre los siglos XIII y XVI llegaron hasta su región oleadas de GUARANÍES (llamados CHIRIGUANOS en lengua Quechua), quienes tras derrotarlos los convirtieron en sus "socios menores" llamándolos CHANE. Las familias de ambos pueblos desarrollaron así un tipo particular de vida asociativa (aunque predomina en la literatura la denominación en lengua quechua CHIRIGUANO-CHANE)

Se asentaron así en el este del Perú (los campa); en el Alto Xingú; en Bolivia Oriental (los mojo y los baure); en la zona oriental del río Guaporé y en el centro del Mato Grosso (los paressi).

"Donde terminan las sierras subandinas orientales en la provincia de Salta y Jujuy y las cumbres se convierten en más bajas serranias y algunas lomadas, comienza casi abruptamente la gran extensión chaqueña.

Hacia el sur los arawak se expandieron hasta el Alto Paraguay (los guaná) llegando hasta el Chaco centro occidental, ya en territorio argentino, punto final de su expansión".

Organización política
Tenían una organización política igualitaria en "el asiento de sus fogones", donde la junta de los hombres era de rigor para la toma de decisiones junto con el "convite" de la bebida ceremonial, y solo aceptaban rango por prestigio, valor o conocimientos y servicios.

Las tierras se distribuían en propiedades privadas familiares (los huertos de cultivo y sus productos) y propiedades colectivas para el trabajo y aprovechamiento comunitario (MINGA o MOTIRO).

Construían sus grandes casas comunales (MALOCA) con troncos y paja, lo mismo que los graneros.

Respetaban el poder político de un Jefe y del Consejo de Ancianos.

Economía
La rama guaraní se reservó a cacería y las acciones guerreras dejando a las familias arawak como productores agrícolas y artesanos. El Guaraní pasó a ser la lengua común, y si bien la mezcla se fue acrecentando con el correr de los siglos.

Los arawak practicaban la horticultura con rotación de cultivos y empleo de abonos, cultivaban maíz, mandioca, maní, batata, algodón y frijoles. Críaban llamas. Para cazar utilizaban arco y flecha, trampas y rodeo, para la pesca redes y flechas. Conocían técnicas de orfebrería, alfarería, talla en madera y poseían una industria textil incipiente.

Los guaraníes aportaron su patrimonio cultural selvático, que incluía la tradición agrícola de horticultores itinerantes (por tala y quema), con cultivos de mandioca, maíz, cucurbitaceas, tabaco, algodón, hortalizas, etc. Eran hábiles guerreros y cazadores de arco y flecha, conocían abundantes técnicas de pesca con anzuelo y carnada, lanza, redes, trampas y cercados, etc.

Cosmología
Cuando en el monte florece el taperigua (cassia carnavalis) los Tupí Guaraní inician la celebración del ARETE como la verdadera fiesta o el verdadero tiempo; que proseguirá hasta que sus flores comiencen a marchitarse. Parece que este ritual agrario tenia lugar cuando se producía la maduración de abati (maíz) imprescindible para la fabricación de la kanwi (chicha).

Las mujeres se dedican a la preparación de grandes cantidades de Kanwi (chicha) y a confeccionarse un nuevo vestido, Mandu o Tipoy, y a buscar semillas de Uruku para colorear de rojo sus mejillas durante el ARETE.

Se inicia la celebración del ARETE mediante instrucciones y arengas del encargado o capitán ,que debe tener dotes oratorias. Desde el monte cercano se acercan a las casas los grupos enmascarados, acompañados por sus bandas instrumentales y presididos por un palo o cruz adornado con flores de taperigua. En los patios de los ranchos y se toma las tinajas donde se coloco la bebida ritual. Se bebe y se baila en fila o en rondas, en grupos o en parejas entremezclados hombres y mujeres, adultos y niños.

La presencia blanco-cristiana en la zona parece haber sido la determinante en el cambio de fecha (de agosto a febrero aproximadamente). El proceso de aculturación derivó en otras mezclas del particular mundo mítico original Tupí Guaraní con el correspondiente al mundo occidental.

Junto con los conquistadores y colonos llegaron también los misioneros (muchas veces avanzada de aquellos para facilitar la dominación) y pronto la “fiesta” fue transferida en el tiempo para hacerla coincidir con la oportunidad del “carnaval”, de origen europeo. Posiblemente intervino el forzado (y ya olvidado) cambio la característica “orgiástica” (para la restringida visión de los occidentales) del ARETE, como así también el empleo de máscaras (aña aña)

Mascaras:
Son de inspiración arawak y se ha mantenido hasta el presente la tradición de fabricación y empleo de tales máscaras Una de las características más visibles y sobresalientes delARETE es el uso -de los participantes varones- de mascarillas rituales, llamadas aña aña.

Los hombres y sobre todo los jóvenes, se internan en el bosque o monte en busca de samóu, nombre genérico del yuchán o “palo borracho”, con la que fabrican sus máscaras.

Las máscaras de animales suelen ser muy realistas demostrando el realizador su sagas observación de las características de la cabeza del animal para ser representado. Las mas comunes, suelen ser el loro, a veces el tucán, perro, venado, chancho de monte, jaguar, puma, mono, y más modernamente toro, caballo y chivo, se conservan algunas máscaras de perro (yamba) cuyas orejas son móviles.

También representan el rostro humano, con una particular estilización, al menos en las más tradicionales. Algunas solo representan el rostro y otras llevan hanti Ndechi o aña-ndechi máscara que representa a un anciano. El hanti lleva distintos motivos decorativos, calados y/o pintados. Figuras geométricas son los diseños más tradicionales, junto a estilizaciones de flores, y representaciones del sol, la luna y/o las estrellas.

Música
Grupos instrumentales inician el ensayo de piezas musicales que se ejecutarán durante el desarrollo de la fiesta, y también aprenden los correspondientes pasos de danza.

Los instrumentos más destacados son:

Temïmbi, aerófono del tipo de las flautas, gral. de caña pero asimismo de metal, celosamente guardados y fabricados ex profeso para la ocasión

Pin pin, bombo pequeño

Ungúa, (tambores) denominación similar a la que se emplea para designar los morteros de madera destinados a la molienda de maíz, medianos y grandes y “cajas”.


Cestería
El trabajo con fibras vegetales es labor masculina, aunque algunas mujeres también lo realizan. Se utiliza generalmente la palma CARANDAY o palma negra, pero deben efectuar grandes traslados para obtenerlas. En la fabricación de canastos y cestos se emplea una caña hueca llamada TANKUARANSI.

La producción de estas artesanías (sombreros, cestos, cedazos, esteras, sillas etc.) encuentra un mercado local limitado que se extiende sólo a la venta o trueque en las ciudades vecinas.

Cerámica
La cerámica es una taréa exclusivamente femenina. En su elaboración las técnicas más empleadas son: la de los rollos de pasta superpuestos, para la confección de recipientes y la de "pastillaje" (agregado de pequeñas piezas de pasta aplanadas o pequeños rollitos), en la confección de figurillas.
Las piezas secas son pulidas por frotamiento con un canto rodado, recubiertas con una base de arcilla blanca y pintadas con pigmentos que se obtienen de piedras de la región, que al ser frotadas sueltan su color. Los colores utilizados son el rojo, el negro y el marrón, en diferentes tonalidades. El cocimiento se realiza en un fogón rectangular al aire libre.

Situación actual
En 1986, en la Argentina los AVA GUARANÍ (ambas ramas: arawak y guaraní) eran 23.00 y en Bolivia 18.000, respectivamente.

El 90% de los AVA GUARANÍ de Argentina trabaja en los ingenios, las fincas, los aserraderos, las quintas y viven a préstamo o por alquiler en terrenos privados. Unos pocos trabajan para petroleras, distintas empresas viales, hidroeléctricas, etc., o como peones de los municipios. Algunos habitan en tierras fiscales aún no definitivamente asignadas a quienes fueran sus más remotos dueños.

Mantienen el uso de su propia lengua, el guaraní sin embargo en las escuelas a las que concurren solo se les enseña en español y es por ello y su mala situación nutricional que no suelen avanzar mucho en sus estudios.
En la actualidad son aproximadamente 1.200 y habitan en el noreste de la provincia de Salta.
Mantienen su idioma y una fuerte identidad cultural. La gran mayoría cultiva la tierra
( especialmente horticultura).
Las mujeres trabajan en “alfarería”, destacándose la calidad expresiva de sus piezas, los tradicionales diseños ornamentales y el uso de técnicas ancestrales.



Los hombres tallan máscaras en madera de palo borracho, que pintan con piedras de río.
En la tradición prehispánica fueron de uso ceremonial en la época de maduración del maíz y el rito obligaba a destruirlas y tirarlas al río. Posteriormente fueron usadas durante el carnaval ( Pin Pin).

CULTURA KOLLAS



A pesar de la aculturación sufrida debido a  la acción colonizadora, aún practican algunos de sus rituales y mantienen  otras formas culturales como la " minga", antigua forma de cooperación; " el servinakuy", ó " prueba de pareja y rituales vinculados al culto de la tierra: La Pachamama, señalada ó marcación de animales, "" apachetas", ó descanso de viajeros, entierro y desentierro de " pucilay",ó " irarchirpaya", (carnaval), "chaya y chayar" (beber), y "corpachada" (dar de comer a la tierra), "Tinkunskuy", (topamientos ó encuentros de compadrados, musiqueros, parcialidades ó comunidades. Sus instrumentos musicales tradicionales cómo: "Quena"; "Anata";"Siku";"Erke" y " Erkencho", que han ingresado a la música popular ó folklórica de nuestro país.Hablan su lengua.Después del Guaraní, es la segunda lengua indígena de mayor uso en el país.Muchos de sus rituales se han desvirtuado para satisfacer curiosidades turísticas.

CULTURA DIAGÜITA CALCHAQUÍ



Siendo un pueblo que sufrió persecución, muerte y destierro; ( fueron trasladados los quilmeños a la Provincia de Buenos Aires, en época de la colonia para que pierdan su identidad como pueblo y así dominarlos y arrebatarles la tierra), conservan elementos de su rica y milenaria cultura. Practican rituales a "La Pachamama", formas de cooperación y el canto con percusión que tiene una enorme fuerza cósmica; (bagualas, tonadas y vidalas).

LOS AYMARAS



El aymara es un lenguaje andino hablado por un millón y seiscientos mil personas, en las proximidades del lago Titicaca. Por "pueblo aymara" entendemos al conjunto de individuos que tienen como lengua materna al aymara y también a las personas y grupos que claman para sí su identificación como aymaras. No existe un subgrupo étnico exclusivo del aymara y recíprocamente el lenguaje aymara no puede ser considerado una exclusividad de ningún subgrupo étnico. La lengua aymara está muy difundida y la hablan diversos grupos indígenas como los Qullas, Lupaqas, Qanchis, Carangas, Lucanas, Chocorvos, Chichas, y otros. Hoy, numerosos grupos aymara han adoptado la lengua quechua.
Los aymara fueron conquistados por los incas en el año 1450, cuando formaban unos 80 reinos dispersos en un amplio territorio y enfrentados entre sí. A partir de 1535 los españoles conquistaron el Altiplano boliviano al mando de Diego de Almagro y ocho años después, en 1542, el virreinato del Perú incluiría ya la totalidad de su territorio. (Más sobre la historia del pueblo aymara.)
El pueblo Aymara
El pueblo Aymara es un pueblo milenario dedicado al pastoreo y a la agricultura usando técnicas ancestrales de cultivo. Tienen una economía complementaria, ya que los que viven en el altiplano poseen abundantes rebaños y escasos cultivos, mientras que los que lo hacen en la precordillera producen bastantes verduras frutas y semillas gracias al eficaz uso del suelo, mediante las tradicionales terrazas.


Debido a estas condiciones se generan relaciones de intercambio de productos entre pastores y agricultores. Esta forma de subsistencia se basa en el principio del ayne, que se refiere a la reciprocidad entre los aymarás: la petición de ayuda en el presente, será correspondida en el futuro.
UbicaciÓn geogrÁfica
Los Aymarás habitan, traspasando las fronteras impuestas por las naciones, desde las orillas del lago Titicaca y la cordillera de los Andes, hasta el noreste argentino. Más precisamente, según los últimos censos de Bolivia y Chile (1992) y del Perú (1993) existen 1.237.658 aymaristas bolivianos, 296.465 aymaristas peruanos y 48.477 aymaristas chilenos. También existen varias comunidades de las provincias argentinas de Salta y Jujuy que se autoproclaman aymaristas aunque no hablen esta lengua.

En Chile el pueblo Aymara habita en dos zonas del norte, en la Región de Tarapacá y, en menor proporción, en la Región de Atacama. en la franja precordillerana y altiplánica. Actualmente existen 48.477 Aymara (censo de 1992), de los cuales sólo 2.397 residen en sus territorios originarios, ubicados en las provincias de Parinacota-Putre y General Lagos. Esto significa que se está produciendo un abandono de los territorios precordilleranos y altiplánicos de sus ancestros.

 
La cosmovisión Aymara
El Aymara concibe su habitat como el medio andino que dio origen ybienestar a la comunidad. Para él existe una sola realidad conformada por dos ámbitos: el medio natural y el mundo sobrenatural. La cosmovisión Aymara se formó en diferentes épocas pasadas y refleja los grandes cambios de su historia. Es una visión religiosa que sacraliza la naturaleza y legitima la posición del hombre sobre ella. Así es como hoy denominan Costumbre a los ritos religiosos basados en sus antepasados y Religión a los rituales y símbolos de origen cristiano.


La parte más antigua (costumbres) es la dirigida a los Achachillas o Mallkus, que son los espíritus de las montañas nevadas que circundan sus pueblos, a la Pachamama, y a la serpiente Amaru, vinculada a la subsistencia por las aguas, ríos y canales de irrigación de las tierras agrícolas (3.000 a 2.000 m. de altura).

El sistema de creencias Aymara es un ciclo ritual sincrético, en el cual coexisten y se integran dos componentes: el prehispánico, o sistema de creencias indígenas, anterior a la llegada de los conquistadores, y la religiosidad posthispánica que introduce la religión católica. El culto Aymara, sin embargo, es uno solo. Es un culto anual que se desarrolla al ritmo de las estaciones.


Espacios espirituales
Estos son los tres espacios espirituales del Aymara:

El Arajpacha simboliza la luz y la vida. Es el este u Oriente es lo que está adelante porque es el origen del agua y de la vida, el sol y las lluvias nacen allá, también significa dios cultivador y hacia allá se dirige la mirada (templos y casas deben mirar hacia él).

El Akapacha es el centro, son los valles y quebradas, es lo que está cerca, o Acá, donde habita el hombre Aymara, es el espacio que queda entre el cielo y el infierno o entre la vida y la muerte.

El Manquepacha simboliza la muerte y la oscuridad. Es el oeste. Allí es donde se pierden las aguas y termina la vegetación; es el desierto y también la dirección donde van los muertos. Allá se fue Viracocha, el dios creador y cultivador de Los Andes, (el que partió hacia la Gran Cocha) el Océano Pacífico, después de haber terminado su obra de creación

El principio del Tinku es del equilibrio y la reciprocidad entre él, la comunidad y estos espacios. (Tinku viene del verbo Tincuy; emparejar, equilibrar, adaptar). El Aymara persigue el Tinku entre el Arajpacha y el Manquepacha. El trata de vivir en armonía, buscando ser sabio en el Akapacha sin caer en los extremos.
 
Estimados hermanos: El Aymara es un tallo subterráneo que reverdece en nuestras
tierras americanas. Mario, Jujuy, Argentina.

EL AYMARA EN LA ENSEÑANZA ARGENTINA

En el marco del Postítulo de Interculturalidad y Bilingüismo del Instituto de Formación Docente Nº 1 de La Quiaca- Abra Pampa, de Jujuy, República Argentina se está desarrollando un Curso de lengua Aymara, dictado por el reconocido lingüista aymara Prof. Juan de Dios Yapita. El curso ha tenido una gran convocatoria, pues cuenta con 55 cursantes en La Quiaca y 66 en Abra Pampa.
Participan docentes, profesores y maestros, así como reconocidos investigadores de la Universidad Nacional de Jujuy, de Universidad Nacional de Catamarca y de otras universidades.
Esta actividad constituye un gran aporte para el análisis y comprensión de las estructuras lingüísticas del castellano hablado en la región, y esto particularmente por la excelencia teórica y pedagógica del Prof. Juan de Dios Yapita.

Lic. Lucila Bugallo, DNI:20427.410
Coordinadora del Postitulo Interculturalidad y Bilingüismo del Instituto de
Formación Docente Nº 1, Jujuy, Argentina.