Juan Bautista Bairoletto o Juan Bautista Vairoletto o José
Ortega Bairoletto, más conocido como El gaucho Bairoletto,
en cuyo prontuario (legajo policial) se registran los alias Marcelino
Sánchez, Martín Mirando y El pampeano y a nivel
popular bautizado como El Robin Hood, El Atila de la pampa y San
Bautista Bairoletto, nació el 11 de noviembre de 1894 en
la ciudad de Santa Fe. Era el segundo de los seis hijos de Victorio
Bairoletto y Teresa Bondino, inmigrantes italianos.
La familia se radicó en la provincia de La Pampa, en una
zona triguera que abarcaba Castex y Monte Nueva.
No tuvo una infancia feliz. Su madre murió siendo él
adolescente y desde joven tuvo problemas con la policía.
Fue a prisión acusado de homicidio, pero salió en
libertad hacia 1921. Su tumultuosa vida transcurrió en
ambientes prostibularios, comités y casas de juego. Convertido
en salteador, sostuvo tiroteos con la policía en los alrededores
de Castex primero y luego en otras localidades de La Pampa y provincias
vecinas.
Su existencia, que adquiere carácter legendario y tiene
honda repercusión en el ámbito popular, llega a
configurar un verdadero mito. La gente lo ayuda a huir, le hace
llegar mensajes cuando se refugia en algún monte, le proporciona
alimentos. Y Bairoletto, que no era codicioso ni buscaba amasar
fortuna, acrecienta su personalidad al convertirse en una especie
de vengador de los sufrimientos de sus amigos, que no eran pocos
en un ámbito social todavía sin conformarse definitivamente.
Según era voz corriente, no robaba - algunas veces muerte
de por medio - para él solo, sino que repartía su
botín entre sus amigos, protectores y gente necesitada.
Ya en la década del 30, no hay asalto, pendencia o muerte
de los que no se lo haga responsable. La policía le sigue
el rastro, llegando casi siempre tarde, justo cuando Bairoletto,
ya alertado, emprendió la fuga. Es una sombra, un fantasma,
un azote. Desaparece en Castex, aparece en el desierto de San
Luis, comete desmanes en Villa Regina, Río Negro, se lo
ve por General Alvear, en Mendoza...
A comienzos de la década del 40, se organiza una persecusión
dispuesta a terminar con él y, el 14 de septiembre de 1941,
se lo sorprende y mata en General Alvear (provincia de Mendoza),
en horas de la madrugada.
Fue velado, a pedido de amigos y protegidos, en el comité
demócrata de General Alvear, asistiendo al velatorio, miles
de personas provenientes de la Pampa y Mendoza. Sus restos fueron
llevados al cementerio local, donde permanecen en el interior
de un pequeño mausoleo levantado con contribuciones voluntarias
y públicas, convertido actualmente en santuario a donde
acuden hombres y mujeres de todas partes, a cumplir promesas con
flores, crucifijos, muletas, placas y diversos objetos, en acto
de fe.
Se le atribuyen numerosos milagros. |
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