Varias son las mujeres que han dejado huella en la historia de la región Patagónica. Una de ellas es sin lugar a dudas Doña Carmen Funes, conocida como “La Pasto Verde”, quién allá por el año 1900, en el paraje de Plaza Huincul hizo crecer la Patria con su quehacer cotidiano, y como criancera.
Recordemos que a fines de 1965 las autoridades, instituciones y pueblo de Neuquén se congregaron junto a un monolito y descubrieron una placa recordatoria de la humilde mujer que representa a todas las cantineras, fortineras y también soldados femeninos de la conquista del desierto".
El monolito se encuentra a la vera de la Ruta 22, donde también existe ahora su museo. Allí ella atendía una pulpería en el medio de una de las rutas de entonces, y allí fue conocida por mucha gente, por su hermosura, por su alegría, su atención, y también por sus ansias de ayudar a quien lo necesitara.
El apodo de "La Pasto Verde" en realidad, es un halagador cumplido, y bastante excepcional. Las mujeres en la milicia que acompañaban a las tropas recibían apodos, siempre ingeniosos pero generalmente despectivos. La Pasto Verde, posee una connotación fuertemente placentera.
A los ojos de un paisano de aquellos tiempos y lugares, es todo un homenaje admirado, desde la mentalidad de un criollo que siempre tiene conciencia de la escasez de comida fresca y agua para sí y los animales.
Su historia
Nació en Mendoza y siendo joven se agregó a las fuerzas del Ejercito del General Julio Argentino Roca en 1879, y hasta 1895 aproximadamente, estuvo en las tropas de dicho ejército, lapso en el cual se concreto la Campaña al Desierto.
Su rol como el de todas las mujeres vinculadas al ejercito era el de acompañar al soldado, y esto ocurrió hasta mucho después de la campaña, cuando la compañera del veterano, en Buenos Aires, le llevaba al cuartel la comida en las horas de guardia.
Concluida dicha campaña, miles de mujeres como ella - ex fortineras - quedaron fuera del régimen militar y comenzaron una nueva vida en los pueblos que nacieron en inmediaciones de los fortines. En el caso de Carmen Funes, se alejó mucho mas que sus contemporáneas, y se instaló con una posta junto a una aguada existente a unos a 105 Km. de Neuquén y a 84 Km. de Zapala, al oeste de la confluencia de los ríos Limay y Neuquén.
Su posta y la vertiente de agua potable que fluía en inmediaciones de lo que es hoy la ciudad de Plaza Huincul, fueron factores propicios para que el viajero ocasional hiciera una parada y comprobara la hospitalidad de Doña Carmen, quien contribuyó de igual manera para los trabajadores del petróleo.
Lugar estratégico
En 1907 Don Félix San Martín, por entonces gobernador de Neuquén, su esposa e hijos, encabezan la larga lista de familias que encontraron allí hospitalidad y alimentos. Según él mismo declarara "...era la suya la única población entre las veintenas de leguas de travesía"
Seis años después llega el Dr. Juan Keidel a realizar estudios geólogos y, al hospedarse allí, escucha las quejas de Doña Carmen Funes: "... mire esta porquería, el agua esta llena de Kerosen" y el Dr. verifica que, efectivamente el liquido que formaba la aguada arrastraba kerosen.
Si bien este lugar tuvo valor estratégico, no fue sino hasta 1915 cuando el gobierno decidió enviar una comisión de geólogos para explorar la posible existencia de una veta petrolífera que afloraba en inmediaciones a dicho lugar.
Los ranchos de la Pasto Verde fueron de gran utilidad al iniciarse la perforación de los primeros pozos, pues el ingeniero Enrique Cánepa, jefe del equipo de trabajo, se instaló provisoriamente en ellos hasta que hizo construir su propia vivienda.
De esta forma, La Pasto Verde se transformó en la primera pobladora blanca. Al poco tiempo contrajo matrimonio con Don Pantaleón Segundo Campos, de nacionalidad chilena, quien llegó a la zona cumpliendo tareas de arreo de ganado.
El 15 de diciembre de 1916, Carmen Funes de Campos falleció a causa de una enfermedad que la mantenía prácticamente postrada y por la cual no recibió atención médica.
Tres años después de su muerte, en 1918, surgió el petróleo en Plaza Huincul. El pozo N° 1, convertido en monumento del área, recuerda el episodio de los ranchos de la Pasto Verde, que sirvieron de alojamiento a los primeros técnicos que arribaron a la zona.
Y por último, en 1922, se crea la empresa estatal YPF. Al cumplir la misma su cincuentenario, publica este recuerdo, "... los hombres del 29 de octubre tuvieron en sus duras jornadas y en su esfuerzo interminable menguados consuelos: el almacén de Castagnous en Challacó y la hospitalidad de Doña Carmen Funes de Campo, en su fogón de la aguada. Doña Carmen pasaría a la leyenda con su sobrenombre famoso, la Pasto Verde, recogido después por los juglares.
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