A brazo partido: Locución
utilizada -especialmente- en compañía de los verbos «trabajar» y «luchar».
Expresa que una acción ha sido realizada con mucha intensidad, debido a que
«brazo partido» literalmente significa «con los brazos solos, sin armas».
A buen entendedor, pocas
palabras: La persona inteligente comprende rápidamente lo que
se le quiere decir, sin necesidad de que las cosas le sean dichas con muchas
palabras.
A buen puerto vas por
leña: Expresa la idea de acudir al lugar menos indicado
en busca de ayuda, comparando la acción con la de los antiguos navegantes que
acostumbraban a arribar a los puertos donde se los proveía de madera.
A caballo regalado no se
le miran los dientes: Cuando alguien
recibe cualquier tipo de regalo o presente, debe hacerlo sin cuestionar el
obsequio y limitarse a aceptarlo tal como es. La parte final de la locución
proviene de la antigua costumbre de revisar la dentadura de los caballos para
conocer el estado de salud del animal.
A cada chancho le llega
su sanmartín: No hay persona a la que no le llegue el
momento de padecimiento. El origen de este proverbio tiene relación con la
fecha del 11 de noviembre, día en
que se celebra la festividad de San Martín de Tours, taumaturgo y milagrero
francés, elegido por sorteo patrono de la ciudad de Buenos Aires. Ese día, con
motivo de la celebración, la tradición indicaba que se comiera cerdo. Otra
versión, afirma que «sanmartín» era el nombre dado a cierto cuchillo que se
usaba para trocear a los cerdos. En cualquiera de los casos, la palabra
"sanmartín" se escribe con minúscula inicial por tratarse de un
sustantivo común y así aparece en todos los diccionarios.
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