El ciclo Tango Contempo, que reúne a artistas consagrados como Julio Pane o Néstor Marconi con propuestas estéticas novedosas y arriesgadas, como las que encarnan Nicolás Guershberg o el dúo Cristian Zárate-Leonardo Sánchez, comenzará mañana en la porteña Casa del Tango.

El ciclo, que se realiza desde hace cuatro años y se encuentra bajo la dirección del guitarrista Esteban Falabella, se propone quebrar un ambiente tanguero, que -asegura el programador- "no es proclive a compartir".

"El ambiente del tango no tiene una tendencia a compartir. Cada uno va generando sus propios espacios. Tango Contempo no sólo se trata de compartir sino de aceptar las propuestas más jugadas con respecto al género y que el público del tango a veces no está acostumbrado a recibir", dijo el guitarrista a Télam.

El ciclo comenzará el viernes a las 20.30 en la Casa del Tango (Guardia Vieja 4049) con un concierto conjunto entre el quinteto del bandoneonista Néstor Marconi, de cuño tradicional, con el sexteto liderado por el pianista Nicolás Guerschberg, que utiliza el material del género para cruzarlo con el lenguaje del jazz.

El quinteto de Marconi se completa con Juan Pablo Navarro (contrabajo), Leonardo Marconi (piano), Pablo Agri (violín), Esteban Falabella (guitarra); mientras que el sexteto de Nicolás Guerschberg incluye, además de Falabella y Navarro, a Alejandro Guerschberg (bandoneón), Cesar Rago (violín) y Martín Pantyrer (clarón).

"La idea es mixturar a los grandes exponentes del tango instrumental con las nuevas expresiones y, además, presentar los más de veinte títulos grabados en el marco del ciclo, ya sea en forma independiente o con pequeños sellos. Porque nuestra música no circula mucho en los medios", afirmó Falabella.

Tras el concierto de mañana, Tango Contempo continuará los viernes de junio con el siguiente programa: Julio Pane Trío y Los que vendrán (15); Quasimodo Trío y Septeto Doble A (22); Víctor Lavallén Sexteto y el trío Boero/Gallardo/Gómez (29).

La actividad continuará en julio con Néstor Marconi y Amigos y El Descarte (6); Quinteto Viceversa y Federico Pereiro Trío (13); Agustín Guerrero y el Sexteto Meridional (20); y Cristian Zárate y Leonardo Sánchez (27).

-El ciclo reúne algunas propuestas distantes del cánon, pero que, sin embargo, se agrupan bajo el simbolismo de la palabra tango. ¿Es importante el cobijo de esa categoría?

-No sé si todos los proyectos por igual, pero creo que la mayoría nos sentimos cómodos con la palabra tango, aunque a veces haya que estar justificando su uso todo el tiempo. Es una eterna discusión que en otros géneros no se replica de esa manera.

-¿Esos proyectos del tango contemporáneo van en un sentido estético definido o se perciben diferentes direcciones?

-Se puede armar una suerte de árbol genealógico porque se pueden ver varios vectores, algunos rozando el jazz, otros ligados a expresiones de la música contemporánea y otros proclives a respetar los elementos estructurales del género. Pero todos se unifican en que utilizan al tango como materia prima. Y todos exhiben de algún modo la vitalidad del género.

-¿Tienen un lugar de expresión natural esas corrientes o hace falta, como en este ciclo, empujar la apertura de ese espacio?

-La verdad es que no circulamos en ninguna radio. No sólo los medios a veces no reflejan esos nuevos vectores del tango sino que a veces los productores o los gestores culturales tampoco los quieren mostrar.

Con Tango Contempo queremos demostrar que esas expresiones tienen un público. Y también hay un problema de difusión con el tango más tradicional. Por ejemplo, va a estar en el ciclo Marconi, que toca con frecuencia con Martha Argerich -y eso es uno de los niveles más altos de la música de concierto en el mundo-, pero cuando viene a la Argentina hay mucha gente que no se entera. Es una de las contradicciones que tenemos en la Argentina.