El santiagueño Sebastián Sayago ganó en la Fiesta Nacional del Malambo, en Córdoba, con “un baile de un gaucho rústico”.
El domingo pasado cerró la edición 46° de la Fiesta Nacional del Malambo consagrando con el Premio Mayor al santiagueño Sebastián Sayago (27). La fiesta, bellamente tradicional, se realiza todos los veranos en Laborde, un pueblo del sur de Córdoba, y es uno de los encuentros más apreciados por las decenas de miles de bailarines folclóricos de todo el país.
Como muchos de sus colegas en el esforzado camino del malambo, Sayago empezó de pequeñito recorriendo Santiago del Estero y otras provincias con el grupo de folclore de su tío: “En 1991 ya competía como solista de malambo sin saber aún qué era Laborde. En el ‘96 fui a un preselectivo en Santiago del Estero y conocí a los malambistas que idolatraba: a Pablo Sabalza -que había ganado Laborde en 1991- y a su padre, Don Piri Sabalza. Salí segundo, pero me invitaron a acompañar a la delegación de mi provincia hasta Laborde. Allí empecé a tener un sentimiento muy grande por este Festival.
¿Trabajaste como bailarín en shows de cruceros, no es cierto?
En los meses siguientes a salir campeón de la categoría juvenil especial, recibí una propuesta para bailar en shows de cruceros y escenarios de todo el mundo.
¿Dónde estuviste?
Dónde no estuve, sería la pregunta. En casi todos los continentes.
¿Qué diferencia al malambo para show del que se ve en Laborde?
Aquí vienes a mostrar el malambo de una manera diferente; es el malambo de un gaucho tradicional, rústico. Y lo más importante: traes aquí una rutina que tienes que amarla y sentirla.
¿En qué consiste tu preparación?
Desde 2005 hasta hoy no dejé de prepararme físicamente, aunque lo más intenso fue buscar la madurez que necesitaba. Vengo físicamente castigado. En 2010 zapatée con un desgarro. En 2011 se me pelaron las yemas de los dedos y cuando me tocó zapatear malambo sureño, con bota de potro, dejé el escenario manchado de sangre. Fue muy comentado. Y en 2012 llegué bien, pero en la primera presentación volví a desgarrarme. Llegué de todos modos a la instancia final y salí subcampeón, pero no estaba contento conmigo mismo. Volví a Santiago, me dijeron que me operara y me negué, porque sacando cuentas no hubiera llegado a Laborde 2013. Así que hice rehabilitación todos los días, mañana y tarde.
¿Quién te preparó?
Pablo Sabalza y Alfredo Vaca, excampeones de Laborde. Pero trabajamos sobre todo el alma, qué quiero expresar cuando zapateo, qué siento cuándo lo hago.
¿Por qué tantos santiagueños han ganado en Laborde?
Pienso en Don Piri Sabalza, que participó casi desde el principio en Laborde y formó muchas personas con tanta experiencia y tanta hombría. Digo personas, no sólo malambistas. Y también pienso en una provincia como Santiago: donde vayas, campo o ciudad, encuentras música, danza. Esto se va acumulando y haciendo de uno un santiagueño.
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