Si algo identifica al Chango Spasiuk es el virtuosismo y la pasión con que interpreta cada una de sus obras y la calidad que tiene para elegir a los músicos que lo acompañan. Eso fue sin duda lo que se vio, se escuchó y se sintió el jueves durante la primera velada de la 26º Fiesta Nacional del Chamamé y 12º del Mercosur que tuvo al acordeonista misionero como número central.
Unas 7 mil personas poblaron el Cocomarola en la luna inaugural donde por primera vez un pianista (Néstor Acuña) se presentó en el escenario Osvaldo Sosa Cordero sin ningún otro acompañamiento.
En la primera noche de la Fiesta Nacional del Chamamé, los fanáticos del género pudieron disfrutar de un espectáculo de alto nivel y esto fue posible gracias a la presencia de renombrados artistas que año tras año prestigian la celebración popular más importante de los correntinos. Este es el caso por ejemplo de los bailarines del Ballet Oficial dirigido por el misionero Luis Marinoni que presentó 2 cuadros impecables.
Una de las novedades de la velada inaugural tuvo que ver con Néstor Acuña que se convirtió en el primer pianista en interpretar un solo sobre el escenario de la fiesta grande. Su actuación fue de primer nivel pero pasó desapercibida ante la exaltación del público festivalero.
La grilla artística contó con 24 espacios de los cuales 20 estuvieron destinados a músicos y cantantes mientras que los restantes fueron para la danza y para homenajes. Así por ejemplo se otorgó un reconocimiento a Jesús Palacios y se entregó a la Reina Nacional del Chamamé y a su Jeroky Yara el “Juramento Correntino”.
Entre los artistas que tuvieron una destacada actuación se encuentra Coqui Marola quien eligió un repertorio tradicional y cerró su show con un enganchado que incluyó los legendarios temas Sancosmeño y Kilómetro 11. También despertó aplausos y sapucais el cuarteto Santa Ana y más tarde Aníbal Maldonado.
Belén Majul sorprendió con un repertorio propio casi en su totalidad, algo pocas veces visto en la fiesta del chamamé. “El último sapucay” fue el único tema tradicional interpretado por la joven artista. Canto Vital fue otro de los grupos que animó la fiesta con un repertorio clásico.
Nación
“Nación Chamamecera” es este año el lema que lleva como bandera la fiesta y por lo tanto la presencia de representantes de otras provincias e incluso de otros países es una constante. El jueves por ejemplo actuaron los brasileños Mauricio Brito y Humberto Yule. Desde Santa Fe llegó Daniel Franich que con su acordeón despertó los primeros sapucais de la noche. Entre Ríos también estuvo presente con “Yasí Yateré Trío” (ganadores prefiesta), pero estos no fueron los únicos de esa provincia ya que durante la madrugada subió al escenario Guille Lugrín Trío. Casi al final de la noche se escuchó a la joven bandoneonista porteña Milagros Caliva quien días atrás musicalizó la elección de la reina nacional del chamamé en el Teatro Vera.
Virtuosos
El Chango Spasiuk no se priva de nada y eso quedó demostrado el jueves. Sobre el escenario Osvaldo Sosa Cordero, el acordeonista ganador del primer premio Gardel al Chamamé dio un concierto que heló la sangre. El Cocomarola se paralizó con los primeros acordes de “Tristeza”, tema con el que abrió un show donde volvió a quedar claro que el Chango es música.
Pero el misionero no estuvo solo sino que lo acompañó un ensamble de primer nivel, “a veces cuando se interrumpe algo aparece el desafío de ver por donde seguir, y cuando pasa eso empiezan a aparecer las personas que te ayudan a llevar adelante esos proyectos así, es como aparecieron estos músicos maravillosos”, dijo durante una conferencia de prensa realizada minutos después de su presentación (ver recuadro). Los problemas de sonido fueron una constante, pero el profesionalismo de los artistas minimizó los inconvenientes. Anoche al cierre de esta edición se anunciaba en el escenario del Cocomarola la actuación (entre otros) del Bocha Sheridan, Coqui Ortiz y Lucas Monzón del Chaco, Ernestito Montiel y su Cuarteto Santa Ana, Lorena Larrea Catterino y la Cubana Yusa que prometía sorprender al público chamamecero.
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