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Revista "Madre Tierra"

jueves, 28 de enero de 2016

La Sole festejó sus dos décadas en Cosquín


Ante una multitud.
En un show sin precedentes, La Sole brilló en el Festival Nacional de Folclore junto a Jorge Rojas, Abel Pintos, Los Tekis, el Chaqueño Palavecino, Luciano Pereyra, Los Nocheros, Raly Barrionuevo, entre tantos otros.

Soledad Pastorutti en Cosquín a 20 años de haberse presentado por primera vez (Daniel Cáceres)


"Quiero compartir el escenario con mi gran compañera, con la que está siempre. ¿Tienen los ponchos preparados?", invitó La Sole, poco antes de las 2 de la madrugada y presentó a su hermana Natalia, y con A Don Ata –ya es un verdadero hit-, comenzó la fiesta que terminó más allá de las 4.
Quienes tuvieron la suerte de haber estado dos décadas atrás en la plaza Próspero Molina de Cosquín, anoche se emocionaron cuando vieron el video cuando el mítico Julio Mahárbiz presentaba a una adolescente desconocida para el gran público –era muy popular en las peñas- en aquel debut del 26 de enero de 1996.

Cuando Soledad y Natalia cantaron A Don Ata, con el clásico revoleo del poncho, la plaza mayor del folclore argentino estalló: lluvia de papelitos, miles de bailarines espontáneos y espuma.
La de anoche fue una de las nueve lunas más esperadas y convocantes de la 56ª edición del Festival Nacional de Folclore de Cosquín. Es que al "cumpleaños" del "tifón de Arequito" no faltó nadie: estuvieron los taquilleros Abel Pintos, Jorge Rojas y Chaqueño Palavecino; próceres como Orlando Vera Cruz, Facundo Saravia, Los Cuatro de Córdoba y Mario Bofill; y mujeres con una fuerte herencia folclórica como Yamila Cafrune o Marité Berbel.
"Esta es un noche muy especial y ustedes lo saben. Vamos a recorrer un poco con canciones y con gente que formaron parte de ellas. Con mucho cariño quiero recibir a un gringo santafesino que escribe canciones hermosas", dijo La Sole y con Julián Ratti hicieron Potrerito de la infancia. Cuando subió la hija del mítico Jorge Cafrune, Soledad la presentó: "Tengo el agrado de compartir el escenario con la dulzura en persona" y juntas cantaron la zamba De mi madre, del Chango Rodríguez. Yamila Cafrune le devolvió el elogio: "A ella le tenemos que agradecer que volvió a poner el folclore en los boliches".
Las chacareras levantaron la temperatura cuando subieron Los Cuatro de Córdoba, a quienes presentó: "Ellos son locales acá, son la alegría de Córdoba. Son parte de la historia de la música de esta provincia". A Los Manseros Santiagueños les regaló: "Mi idea es empezar a cantar como lo hacen ellos, no sé si me va a salir bien", y cantaron juntos Chacarera para mi vuelta.
Y recordó que los santiagueños Cuti y Roberto Carabajal estaban después de ella cuando debutó en 1996: "Cuando me tocó estar por primera vez en este escenario, ellos iban después, les robé su tiempo. Los admiro", dijo y festejaron con otro tanque: Entre a mi pago sin golpear.
Por momentos, muy emocionada, Soledad contó que "muchas de estas cosas no se han ensayado, pero la intención estuvo siempre"; y le agradeció "a todo el público maravilloso que nos acompaña hace 20 años".
Raly Barrionuevo también fue de la partida y juntos hicieron Luna cautiva del Chango Rodríguez. La Sole y Natalia también recordaron a Tamara Castro, fallecida en un accidente vial en 2006, con Zamba de amor en vuelo.
Promediaba la fiesta, cuando la dueña del escenario le confesó al público: "Una de las respuestas positivas que más sorprendió fue la de él. Es un acto de generosidad que la gente no suele comprender. Él no estaba en la grilla de festival y vino. No sé como describir este momento. Es muy fuerte lo que se siente estar acompañada de esta gente aquí arriba", dijo, y subió Jorge Rojas, con quien interpretó Esperando tu regreso, mientras las mujeres lo vivaban. "Solamente La Sole podría lograr ésto. Sólo vos podías lograr algo así, te quiero un montón", le regaló el salteño y ella le agradeció: "De aquel 1996, esta es la noche más especial que he vivido. Y esto es el folclore, cantar con los amigos".
Con su impronta campera, Oscar "El Chaqueño" Palavecino subió al escenario "Atahualpa Yupanqui" con dos copas con vino tinto para brindar por los 20 años del romance entre La Sole y el público: "Ella se merece todo ésto. Yo la vi cuando había que pedir permiso para cantar acá,y hacia cada despelote. Che, hagan algo para pararla decía yo", bromeó El Chaqueño. Y la ex adolescente peñera le agradeció: "Este es un tipo de ley, si te da su palabra es así, cumple". Juntos cantaron La litoraleña de Horacio Guarany.
Un momento intimista y de plena emoción llegó cerca de las 3, cuando Luciano Pereyra y Soledad interpretaron Zamba para decir adiós: "Luciano tiene la voz más dulce que conozco, no es fácil cantar al lado de él", se emocionó ella; y él le dedicó: "Te quiero, te admiro y como argentino te amo".
Cuando subió Abel Pintos, la platea femenina volvió a deleitarse: "Esta es una noche histórica, porque festejamos los 20 años en que los jóvenes volvimos a tener espacio en los escenarios, en las discográficas y en el mercado gracias a que esta señorita hermosa se subió a este escenario y nos dio ganas a todos los jóvenes a salir a cantar y disfrutar de la música argentina", le dedicó el músico bahiense a Soledad, quien lo miraba muy emocionada. Juntos entonaron Tocando al frente y Cuando llegue el alba. Ella confesó que con su amigo "nos juntamos a ensayar y al final solo hablamos".
La plaza Próspero Molina volvió al furor cuando Los Tekis cantaronTren del cielo y Los Nocheros interpretaron La Mora. Al cuarteto de los Teruel y Rubén Ehizaguirre, Soledad los reconoció diciendo que "ellos han sido responsables de todo este movimiento, le han dando un toque con mucha respeto y delicadeza al folclore".
Horacio Guarany le envió un video saludándola y prometió volver a cantar con ella: "Estoy en un momento jodido pero ya voy a estar libre de nuevo"; y Mercedes Sosa fue homenajeada con un video de Cantoras, donde las dos mujeres cantan Agua, fuego, tierra y viento.
El final llegó con Brindis y cuando desde la Comisión Municipal de Folclore le entregaron a Soledad el Disco de Oro que, ella le obsequió a su papá Omar "por insistir tanto". Fue la primera vez que lloró, después que las lágrimas amenazaron con salir más de una decena de veces.
Pasadas las 4, como si fuera una gran peña, Soledad y los amigos que se quedaron en la plaza Próspero Molina, subieron al escenario y entre todos cantaron Luna tucumana, coreada por miles de personas que clamaban por una más. Fin a toda orquesta.

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